sábado, 29 de noviembre de 2014

Los Chorros del Manzanares

La Chorrera, otoñal
Tras una semana sin poder hacer un solo kilómetro me he liado la manta a la cabeza y, cual toro que sale del toril, me he ido a La Pedriza a despejarme por unas horas. Hoy me apetecía tomar el fantástico sendero que, desde el puente del Francés, asciende paralelo al recién nacido río Manzanares hasta el puente de los Manchegos y pasa por el bonito paraje de los Chorros del Manzanares, empinada y lisa laja rocosa por donde se desliza el agua. Y me apetecía pues, en esta fase en la que me encuentro en la que sólo quiero correr o trotar porque sí, por el mero hecho de hacerlo y disfrutar sin horarios ni presiones, quería empaparme de la belleza del lugar sin la enorme carga de fatiga con que siempre he subido por aquí en los distintos Crosses de los Tres Refugios en los que he participado. Quería poder pararme sin prisa a mirar hacia atrás a La Pedriza, que desde aquí luce espléndida, observar el agua que cae desde la Cuerda Larga en decenas de torrentes hoy impetuosos, admirar las nieves en la Sierra del Francés y la Maliciosa. Y lo he logrado, pese a lo gris que ha amanecido el día, pues las nubes han dado una tregua de madrugada y al amanecer y han destapado las muy nevadas crestas guadarrameñas como queriendo agradecer mis madrugadores afanes. Luego me he vuelto por la pista de las Zetas en sentido del collado de los Pastores y he hecho un rápido y gozoso descenso por las pistas y senderos que me han devuelto al punto de partida en el aparcamiento de Machacaderas. 16 kilómetros muy felices.

La Pedriza

La Pedriza, Matasanos y Asómate de Hoyos

La Maliciosa, cerca ya del Puente de Los Manchegos

Cabezas de Hierro desde el Collado de los Pastores

Maliciosa del Collado de los Pastores

Espectacular la Pedriza nevada

Hacia la cuerda de Los Porrones

El Yelmo y el Embalse de Santillana

La Pedriza Anterior
El track en Wikiloc

domingo, 16 de noviembre de 2014

La Pedriza: Por el Collado de Quebrantaherraduras y el Collado Cabrón

Arcoiris al amanecer
Una de mis rutas favoritas de inicio de temporada. Corta, por buenas sendas perfectamente balizadas, con un desnivel más que llevadero y con excelentes vistas de la Pedriza y la Cuerda Larga, hoy tocada con las primeras nieves del otoño. Y, lo digo yo con lo que me cuesta, es una ruta corrible en todo su trazado. No en vano tanto el Collado de Quebrantaherraduras (1.080 m) como el Collado Cabrón, o del Cabrón (1.304 m), son los dos collados más accesibles de La Pedriza. Más aún, hasta el menos montañero de los visitantes del parque habrá ascendido al Collado de Quebrantaherraduras pues por el pasa la carreterita que conduce al aparcamiento y chiringuitos de Canto Cochino. Los aficionados a lo pedestre lo salvaremos por la magnífica senda que sale, excelentemente señalizada, de la misma caseta y barrera de entrada del parque y que nos llevará a Canto Cochino sin apenas pisar asfalto. Una vez allí cogeremos la senda también balizada al Cancho de los Muertos (izquierda una vez pasado el puente que cruza el Manzanares  hoy rugiente). Para mí es uno de los senderos más placenteros de trotar en todo el Guadarrama. Siempre entre pinos, nos eleva dulcemente por lazadas en la cara oeste hasta el mismo collado. Y una vez allí, nos despeña por la empinada cara este, por cuya senda volamos sin freno, a la vista del Risco del Pájaro, hasta la Autopista de La Pedriza por la que se vuelve a Canto Cochino.

Se adivinan las nieves en la encapotada Cuerda Larga

La senda hacia el collado

Bajando del collado

Desde el Collado de Quebrantaherraduras


sábado, 1 de noviembre de 2014

La senda Ortiz y la Cuerda de las Cabrillas

Primeras luces
Hoy necesitaba ver cosas bellas, y pocas cosas más hermosas hay  para ver que el sol del amanecer incendiando el otoño. Así que era noche cerrada cuando he salido de La Barranca y me he encaramado lentamente, primero por pista y luego por la bonita y tendida senda Ortiz, hasta el Mirador de las Canchas, privilegiado balcón sobre La Maliciosa y otra cumbres circundantes. Luego, ya con una luz dorada envolviendo mis pasos, he tomado el pedregoso caminito que lleva a la primera de las cumbres de la modesta pero con mucho carácter Cuerda de Las Cabrillas, que hace de divisoria entre el Valle de Regajo del Puerto y el Valle de la Barranca. Estoy en la cima de Peña Pintada (1.858). La continuación se puede hacer a toda cresta buscando la siguiente eminencia, característica y bien defendida, de Peña Horcón (1.879) o bien seguir la difusa y quebrada senda que va al pie de las paredes. Como no me quiero meter en líos, sigo esta opción. En el último y herboso collado previo a la cima sin nombre (cota 1.959) que domina por el sur el Collado del Emburriadero (1.939) , me encuentro con la muy transitada senda de la tubería. La sigo y, antes de llegar al citado collado la abandono por la bifurcación que hay a la derecha y que me bajará de nuevo al valle. ¡Qué agusto me he quedado!, ¡qué de fermosuras he contemplado!


Siete Picos desde Peña Pintada

La Maliciosa

Uno de los muchos riscos que festonean la cuerda

Peña Horcón

Hacia La Fuenfría


Bonita agujas


Sale el sol sobre La Maliciosa

Un receso antes de bajar

miércoles, 27 de agosto de 2014

Ascensión a La Mira (2.323) desde el Nogal del Barranco

Los Galayos
No venía por aquí desde 2001, demasiado tiempo sin visitar una de mis montañas favoritas en la que he pasado muchos de mis mejores momentos en el monte. No pasaba un año sin que peregrinara a esta gran cima de la Sierra de Gredos en la que el espectáculo siempre está asegurado merced a la colosal presencia pétrea de Los Galayos, la formación rocosa que cobija las paredes más altas de todo el Sistema Central. A los que nos gustan las montañas de vacas estas montañas nos apabullan especialmente. Aunque La Mira, en verano y con buen tiempo, casi se puede subir con las manos en los bolsillos. Y en las cercanías de su cima es posible encontrar presencia vacuna, lo cual no deja de contrastar con las acrobacias de los escaladores en los desafiantes riscos del Galayar. Pero ello no quiere decir que ganar la cumbre de La Mira sea un simple paseillo, desde el Nogal de Barranco (fin de la carreterilla que asciende desde Arenas de San Pedro) hay que salvar un desnivel de 1.250 metros en más o menos 6 kilómetros: Es una subida a fuego y el piso, sobre todo a partir del Refugio Victory, es de piedra suelta y bastante empinado. Y más si casi se sube en alpargatas, esa sensación he tenido, como he subido yo hoy. Muy duro el terreno para mis todavía tiernos pinreles. Sólo decir que casi he tardado lo mismo en bajar que en subir, lo cual me hace pensar que mi técnica en bajada con las Merrell tiene mucho recorrido de mejora. No obstante, ¡quien me iba a decir a mí en 2001 que iba a añadir algo más de picante a esta sana forma de masoquismo!, ¿subir en alparagatas?,  "¡venga ya!, estais locos", habría contestado. Hoy, subí ayer, me duelen algo (poco) los pies pero creo que se compensa sobradamente con la sensaciones de ligereza y libertad que me está dando esta aproximación algo más natural al deporte. Y no me duelen nada las rodillas, aspecto para mi muy importante.

Vista atrás desde el camino de las zetas, se ve la senda de subida por el valle del río Pelayo
La ascensión, fácil pero físicamente exigente, insisto, con buen tiempo y sin nieve, no tiene pérdida. Es de las más clásicas y frecuentadas del excursionismo castellano. Básicamente se divide en dos partes, una senda ancha que en unos tres kilómetros de subida constante lleva al pie de la Canal de la Apretura y Los Galayos y la ascensión a la cumbre por dicha canal. Llegados al fin de la senda mencionada caben dos opciones: Subir directamente por la Apretura pegados a las paredes del Galayar o tomar el camino que en zetas conduce al refugio Victory (1.970 m.), más o menos a la mitad de la gran pedrera. Han puesto un cartel indicativo que advierte del peligro de subir por la Apretura por los posibles desprendimientos desde las paredes. Yo he optado esta vez por la senda de las zetas, el terreno de la Apretura es demasiado abrasivo para mis pies. Hay que tener en cuenta que por la canal hay alguna trepada corta y sencilla pero de roca muy pulida por el paso de los montañeros, mojada (hoy no es el caso) es una invitación a meterse un buen trastazo. No me lo pienso, a la senda, que además tiene muy buenas perspectivas de todas las agujas de Los Galayos. Tras algunas vueltas y revueltas la senda se acaba y hay que seguir los hitos durante un tramo previo al refugio. Hay que hacer algún apoyo de manos corto y sin exposición. Una vez en el Victory lo que queda de desnivel (unos 400 metros) se hace de forma directa por la pedrera, empinada y descompuesta. Al final de la canal hay que ir siguiendo los hitos hacia la izquierda pues si no se acabará en la portilla de la Puerta Falsa que, como su nombre indica, no lleva a ninguna parte. El terreno se hace más compacto a medida que se gana la cuerda de la sierra en el paraje conocido como Los Pelaos, donde hay una fuente cercana a las ruinas de un antiguo refugio, aunque los hitos no pasan por ahí y habría que desviarse algo. Ya por pendientes suaves, se alcanza la cumbre de La Mira (2.343 m) con su torreta guardando el vértice geodésico y que en tiempos alojó un telégrafo óptico. Vistas inmensas hacia todas partes. A mí me impresiona especialmente el panorama hacia el sur en lo que es uno de los más grandes desniveles directos de toda España: Casi  2.000 metros más abajo se hunde el valle del Tietar, la vista alcanza el valle del Tajo, y se pierde en la línea azul de los Montes de Toledo, los Galayos quedan a nuestros pies y el Circo de Gredos al alcance de la mano. Bajo, muy despacito, por donde he subido. El tiempo de ascensión en estas condiciones (mucho calor) lo estimo entre dos y cuatro horas dependiendo lógicamente del ritmo de cada uno. Yo he subido caminando todo el tiempo a buen ritmo en unas dos horas y veinte minutos con alguna parada para hacer fotos incluida.

Vista general, La Apretura y Los Galayos dese el Gran Galayo hasta la Punta del Pilar

Otra perspectiva, destacan en el centro la Aguja Negra y la Torre Amezua

El refugio todavía a la sombra

La cara norte del Torreón, auténtico símbolo del montañismo español

Gran Galayo, Pequeño Galayo, Tonino Re, Don Servando...

En plena canal

Se va dejando abajo el Galayar

El terreno se compacta

Cumbre

Circo de Gredos e inicio de la Garganta Lóbrega

Algo de zoom al Circo

El Cervunal al final de la Cuerda del Amealito, una tarea pendiente bajar por ahí

¡Qué amplios ventanales los de esta sierra!

Hacia Gredos oriental

Galayos a nuestros pies

Autorretrato

Contrasta lo poco abrupto de la vertiente norte, mucho más alta



Hacia la Peña del Mediodía, Torozo, Cabezo de Mijares

El Torreón desde el refugio

Pequeño y Gran Galayo

Vertiginoso

Cartel señalizador

Risco del Enebro