martes, 4 de octubre de 2011

XXI CROSS DE LA PEDRIZA

Pura Pedriza

Como comenté en mi anterior entrada, estaba inscrito a esta carrera y por fin llegó el día. Son las 8 y media más o menos y La Pedriza bulle de actividad cuando aparco. Ya no hay sitio en el Parking de Machacaderas (profético nombre, vive Dios) y me toca dejar el coche en Canto Cochino, lo cual no es que me importe en ese momento, ¡pero ya veremos a la vuelta cuando haya que volver hasta aquí! Recogida de dorsal y chip, me encuentro con Jesús y Ricardo y a correr. Primer kilómetro por carretera y camino ancho, aquí el que tenga alguna aspiración de tiempo o posición debe ponerse en cabeza porque una vez tomada la senda de subida al Yelmo toca ir en fila india al ritmo del corredor que te precede dado lo estrecho de la ruta. Casi hasta la misma pradera del Yelmo es difícil remontar posiciones. Yo, fiel a mi estrategia (empieza despacio para acabar más despacio todavía), salgo atrás y atrás me quedo. Bueno, así no me sofoco demasiado en la primera subida fuerte hasta el collado de la Encina. Lo que sí que noto es calor, pese a ir a la sombra sudo como un pollo. Me voy hidratando a poquitos para evitar calambres más adelante. Pasado el collado de la Encina se enlaza con la senda que viene del Tranco por la que subí el otro día. Un empujoncito más  y ya estamos bajo la mole del Yelmo y el primer control. Quieras que no se agradecen, pese a que a que esto no ha hecho más que empezar, un vasito de agua, un tramito algo menos pedregoso, empinado y berroqueño y ponerse a trotar un poquito hacia el siguiente hito: El collado de la Dehesilla, donde cierran el control a la hora y cuarto.

En fila india, atascos en La Pedriza

Más cerca del Yelmo

Primer descenso del día, rápido, por terreno roto y senda sinuosa. En un pis-pas pasamos el chip por el segundo control. Por los pelos, miro el crono y llevo una hora y nueve minutos. A partir de aquí toca cambiar de marcha y meter la reductora pues llega el tramo para mí más temible de la carrera, que es la subida que desde Mataelvicial lleva a la pradera de Navajuelos. En este punto de nuevo hay que pedir la vez en la cola de corredores para poder entrar en la senda, que más que senda es una sucesión de escalones rocosos por los que se avanza ayudándose de manos y pies. Un laberinto de agujas y paredes de roca entre apacibles jardines. Noto cierta debilidad, la parte de la Pedriza Anterior ha hecho bien su papel de picador y me ha castigado. Tengo algún amago de calambre, cosa no extraña por lo forzado de las posturas que en ocasiones hay que poner para superar los obstáculos. ¡Coñe! y además tengo hambre. Y sed. Afortunadamente llego a la Bola de Navajuelos y la gatera por la que hay que pasar para sobrepasar el muro que nos separa de la Pradera de Navajuelos provoca un nuevo atasco y el consiguiente parón. Aprovecho y como un gel y bebo en abundancia.  No lo cuento, pero por lo menos se tardan diez minutos en pasar por el agujero. En este punto alcanzo a Ricardo, que como siempre va a muy buen ritmo.

¿Quién da la vez? Al fondo la Bola de Navajuelo, vigila.


El Torro
Pasado el túnel hay un tramito trotón por lo horizontal entre pinos que lleva directo hasta los pies de la Pared de Santillán, Nuevo paso estrecho para pasar al otro lado y en un periquete estamos en el control del Collado de la Ventana, bajo el imponente y complejo Cerro de los Hoyos que hay que superar, por el lateral afortunadamente, para llegar a la cima de La Pedriza en las ya cercanas Torres. Avituallamiento sólido y líquido. Me como unos anacardos que se me hacen una pasta en la boca pero que consigo deglutir, hay que ver lo que desgasta esto de intentar correr por la montaña. El compañero del control nos cuenta que ha subido ¡seis veces! hasta aquí para portear las 120 botellas de litro y medio que ha depositado en el collado. Como siempre impresionante la labor de la organización, que además de currar un montón y aguantarnos, encima  tienen palabras de ánimo para todos. Mención especial al marcaje del recorrido, espectacular y sin dejar lugar a duda alguna pese a lo complejo de la ruta. 
La Pared de Santillán

Superando piedras

Cerca del collado de La Ventana, al fondo el Cerro de los Hoyos



No sé si serán los anacardos o el buen rollo telúrico que me da esta zona de Pedriza pero este es el momento en que me encuentro con más fuerzas desde la salida. Lo espectacular del paisaje ayuda no poco a superar las continuas subidas y bajadas por canales que nos aproximan a los casi 2.000 m. de Las Torres. Pasamos por el Comedor Termes, una nueva gatera.  Se ve una hilera de corredores entre las rocas que desafían a la fatiga mientras los primeros hace rato ya que estarán descansando en meta. Qué plenitud, qué alegría, qué bonita es La Pedriza ¡copón!  Cima, a por el control del collado del Miradero. Avituallamiento sólido y líquido. Aquí han tenido la gentileza de  subir membrillo ¡como se agradece la delicatessen a 1.800 m! Sobre todo cuando espera el segundo tramo que más temo, que no es otro más que el descenso hasta el Prado Peluca, que recuerdo larguísimo de los tiempos en que me dedicaba a vagar por estos andurriales. Pero esto de correr hace el mundo más pequeño y no lo percibo tan largo como esperaba.Languidezco algo pero aún voy con fuerzas. A la altura de los Llanos el corredor que me precede se queda clavado y le paralizan los calambres. Aulla de dolor. Me paro un poco a darle ánimos e incluso le ayudo a estirar. Llegará muy poco después que yo, qué fortaleza. Las energías que me quedan las gasto subiendo el collado Cabrón, último obstáculo que nos ponen, no nos vayamos a creer que esto iba ser tan fácil. Corto y duro. No digo más. Me sorprendo bajando a buen ritmo por el lado de Charca Verde, hasta adelanto a algunos corredores. Luego sufro lo mío en los dos últimos kilómetros a media ladera al lado del río. Se presiente la meta pero no llega nunca. Al final todo llega. Ya están aquí casi todos. Hay ambiente de fin de fiesta. Me he tirado 4 horas y un mínuto disfrutando de esta aventurilla.

El comedor Termes

Las Torres
Las Torres


Llegando arriba

Ricardo. a toda máquina

Control de Collado del Miradero



La ruta en Wikiloc

La ruta en mi GPS

Clasificación de la carrera

Album con todas las fotos que he hecho.