domingo, 26 de mayo de 2013

La Maliciosa

Peñalara al amanecer
Dado el mal sabor de boca que me dejó la carrera de la semana pasada, he dedicado estos días a recomponerme físicamente y he improvisado una salida dominguera estilo blitzkrieg para no robarle tiempo de más a la familia y para resarcirme moralmente. Para este fin, llegar a casa a desayunar y llevarme buenas sensaciones, madrugo un montón y elijo una ruta fácil, corta y con paisajes espectaculares: La ascensión a la Maliciosa (2.227 m) desde el puerto de Navacerrada (1.858 m), excursión clásica que constituye el acceso más fácil a esta destacada cumbre guadarrameña. Además degustaré el primer tramo del Cross Tres Refugios que tuvo que ser suspendido este año. La ruta como tal no tiene pérdida: Se sale del mismo parking del puerto y directamente y sin calentar se sube hasta la estación superior del telesilla por la llamada Pala Montañeros, una pista de esquí que se va haciendo más empinada a medida que se asciende y que impide a los simples mortales el más leve trotecillo. Otra cosa será bajar. Esta vez, con las rodillas frescas, hasta disfrutaré cual cabra. Nada que ver con los calvarios pasados en estas pendientes (3 refugios, MAM...). Una vez acaba la cuesta fuerte en la estación superior (2.179 m), una fea caseta destinada a bareto, no hay más que seguir por pista de cemento  hasta la visible cumbre de Guarramillas o Bola del Mundo (2.260 m) con sus antenas. Después ya, virar a la derecha y  bajar por buena senda hasta el collado del Piornal (2.073). Hoy me he encontrado en él con un nutrido rebaño de cabras montesas, especie reintroducida en los años 80 o 90 y que al principio sólo se veía tímidamente en La Pedriza pero que cada vez está colonizando áreas más extensas. Yo nunca las había visto aquí. El tramo final es una pala pedregosa que por senda bien marcada lleva en un último empujón hasta la misma Maliciosa. Estoy un ratito en la cumbre disfrutando en absoluta soledad y silencio el impresionante panorama que se abre a mis pies, desde el nevado y lejano circo de Gredos hasta la Pedriza y Madrid. Me grabo las imágenes, que seguro harán más llevadera al rutina semanal. La vuelta por el mismo sitio. He dedicado un par de horas de caminar-trotar, paradas incluidas, a esta actividad.

Guarramillas, todavía defendida por neveros

Hacia Valdemartín y Cabezas de Hierro

La Maliciosa desde Guarramillas

Cabras en el Piornal

Desde Maliciosa hacia Cuerda Larga y la Pedriza

Peñalara, Valdemartín, Cabezas

Vistas al Suroeste

Panoramica

Cumbres de la Fuenfría y Valsaín

La Pedriza desde el Piornal


lunes, 20 de mayo de 2013

CROSS 3 REFUGIOS 2013 (REVISITED)

El trazado alternativo
Cerca del Puente de los Manchegos
Revisited y "afeitado". Este año, obligada por la adversa metereología en altura y los más de 40 centímetros de nieve caidos por encima del Puerto de Navacerrada, la organización de la RSEA Peñalara, en un alarde de buen criterio y mejor hacer, ha tenido que improvisar en pocas horas un recorrido alternativo al original. Con todo lo que ello comporta de marcajes, avituallamientos y demás. Así que de los 3.600 metros de desnivel acumulado y 30 kilómetros previstos nos hemos quedado en algo más de 18 km y mucho menos desnivel (no habrán llegado a 900 metros positivos). Eso sí,en la medida de lo posible se han respetado tramos del Tres Refugios clásico como la subida de Charca Verde al Puente de los Manchegos, que este año se ha hecho con muchos menos kilómetros en las piernas, y algunas de las sendas y pistas de la Cuerda de los Porrones. Y la salida se ha trasladado del Puerto de Navacerrada al Parking de Machacaderas, dentro del Parque de la Pedriza, donde a la hora de  de la carrera las condiciones eran bastante benignas, mucho más de lo previsto a la vista del temporal de los días pasados.

Arco de salida-llegada, el día magnífico a primera hora
Esta feo decirlo, pero yo a la postre casi agradeceré egoistamente la suavización forzosa de la prueba. Para mi ha sido un día para olvidar desde el punto de vista deportivo. Me he encontrado mal, flojo, sin fuerzas casi desde el primer metro. Al final he hecho buena la máxima de "si no puedes correr, trota; si no puedes trotar, anda; si no puedes andar, arrástrate". Literalmente he pasado por todos esos estadios. Más aún, en medio de los embotellamientos iniciales por las estrechas sendas que llevan a la Charca Verde, mientras la mayoría se quejaba yo, en secreto, pensaba "menos mal". Lo confieso.

Un respiro nada más empezar
Luego cuando ha empezado lo más duro y técnico de la carrera, el tramo por senda que asciende por el curso del Manzanares recién nacido entre el puente del Retén y el puente de los Manchegos, parece que me he entonado algo y he sentido que podía empujar más. Supongo que me ha motivado el que la grupeta a la que me pegado estaba encabezada por mi tío Ricardo, el incombustible. Pero ha sido un espejismo, nada más llegar a la pista del puente de los Manchegos, tapizada de nieve, he visto como su chaqueta naranja fosforito se iba alejando poco a poco rumbo al Collado de los Pastores. El vacío, esa es la sensación que he tenido. Como cuando en sueños quieres correr huyendo de algo y no avanzas. Me tomo un gel a ver si espabilo. En el collado, mirador asombroso de la Cuerda Larga, el valle del Alto Manzanares y La Pedriza no sé si el gel o que empieza la cuesta abajo por buena pista hasta la Cuerda de los Porrones hacen que recupere algo de ritmo. Más bien puede ser que simplemente dejo caer mis lorzas y me alío de nuevo con la gravedad para avanzar con poco esfuerzo. Llego a esta conclusión pues alcanzo a corredores notoriamente más ligeros que yo y que me habían adelantado subiendo por la pista. Empiezo a tener algunas molestias en el vientre, creo que he cogido algo de frío, cachis, lo que faltaba. Justo cuando, a los 4 kilómetros o así, nos sacan de la pista en el avituallamiento y empieza la última subida de unos 100 metros de desnivel para tomar la cuerda de Los Porrones para después bajar de nuevo cojo a Ricardo. Toma de contacto fugaz, pega un demarraje y me quedo otra vez. Le veo perderse entre los pinos... La bajada por medias laderas y sendas zigzageantes por el bosque se me hace infernal. He gastado lo poco que me queda. No disfruto, deseo llegar. Bajo como una abuelita. Hay un tramo de pista y ahí es cuando llega lo de arrastrarse que he dicho antes. Es terreno favorable pero no puedo. Me resigno, como una barrita, bebo agua y veo como me adelanta un tropel de corredores. Cuando ya alcanzo el último tramo de senda antes de meta me fuerzo a trotar suavemente y llego. Pocas veces con tantas ganas de acabar como hoy. Otros días llegarán más favorables, espero. Ricardo ha llegado un poco antes. Jesús, a quien he visto en la salida, yo creo que hasta ha tenido tiempo de echarse una siesta bajo un pino.

Camino del Puente del Francés, Ricardo marca el ritmo

Puente del Retén, este año algo precario por las crecidas

Senda al Puente de los Manchegos


Clasificación general


domingo, 12 de mayo de 2013

Vuelta a la montaña, entrenamiento en La Pedriza

Amanece sobre la Cuerda Larga

Tras la preceptiva semana de descanso absoluto después del Maratón de Madrid, esta semana he vuelto a correr pues el domingo que viene estoy inscrito al Cross de los Tres Refugios, dura prueba montañera con la que en los últimos años suelo empezar mi magra temporada de trail. Los dos años pasados he corrido el Cross a la brava, sin adaptación previa a la montaña, cosa que no parece especialmente aconsejable por el prolongado sufrimiento al que se someten músculos y articulaciones. No es que uno no haya pisado muchos prados en su vida, pero el paso de los meses saliendo menos de lo querría al monte hace deseable refrescar algo la memoria del cuerpo. Así que me hago un hueco y, a la hora que los noctámbulos de fin de semana vuelven a casa, me voy a La Pedriza a correr un rato. La ruta elegida es fácil y permite ser trotada al 100%, ideal para mis escasas pretensiones este día: Adaptarme algo (más psicológicamente que otra cosa) y disfrutar de un par de horas de primavera en el campo. Así que con la primera luz del día dejo el coche en el Parking de la entrada al parque y cojo la senda de Quebrantaherraduras que lleva al collado de ese nombre, bajo a Canto Cochino (a estas horas raramente solitario) y tomo la senda señalizada que según los carteles lleva al Cancho de los Muertos, lugar legendario donde los haya. La senda hace amplias y agradables lazadas por la vertiente oeste de la cuerda de Las Milaneras y termina depositándonos en el Collado del Cabrón, punto más alto de la ruta. La vuelta consiste en bajar por el empinado camino de la otra vertiente hasta la Autopista de la Pedriza, volver a Canto Cochino y desandar lo andado. Un bonito y suave entrenamiento. Dejo unas foticos.


Los Porrones. Por ahí andaremos en una semana

Últimas nieves .

La Maliciosa, el coloso de 3R

Grupo del Pajarito, el Galisol, La Vela... desde el Collado del Cabrón

¿El cabrón del collado?

El Yelmo y satélites desde Quebrantaherraduras

Desde Quebrantaherraduras hacia la llanura