miércoles, 27 de julio de 2011

Montón de Trigo y La Mujer Muerta

El cordal de la Mujer Muerta desde Cerro Minguete (2.026)

Nueva incursión de este aspirante a "trail runner" por mi querida Sierra de Guadarrama. En esta ocasión aprovecho el puente de Santiago y me acerco a pasar calamidades a Cercedilla, puerta de entrada al sin par valle de la Fuenfría, auténtico jardín del Foro. Como casi siempre, madrugo para que me cunda más y a las 7:30 empiezo a trotar desde el Parking de Majavilán, vacío a estas horas y que se sitúa al final de la carretera de Las Dehesas. Estoy a unos 1.350 metros y, pese a la época del año, hace frío. Sopla, con cierta fuerza, viento del este. Esto me dificultará algo las cosas por ahí arriba, pero por otro lado me lo hará más fácil pues con lo que no puedo es con el calor.

Primera etapa: Subida al puerto de la Fuenfría (1.792 m.). La cosa no tiene mayor complicación. Se toma la carretera hasta el final, unos 100 m, se cruza una barrera, un puente, el del Descalzo, y se toma la calzada romana hasta un primer llano, el de los Corralillos, donde se sitúa el abandonado Chalet de Peñalara y cruce de caminos, senderos y pistas. Se coge el que va hacia el norte y por pedregoso camino va ganando altura hasta llegar a un segundo puente, el de Enmedio. Se traza una curva y vuelve a aparecer la calzada. En la segunda curva aparece un sendero bien trazado, con su inicio marcado con un cartel metálico, que gana altura paralelamente a la calzada. Lo tomo y al poco se llega al puerto. Hasta aquí he podido trotar más o menos. Arrecia el viento. No me entretengo y sigo por la loma de mi izquierda para ganar la cresta de la sierra en lo que será la primera cumbre del día, si bien ésta no es muy prominente. La senda, bien trazada por terreno al principio almohadillado y luego pedregoso, no da tregua y en unos 15 minutos nos deposita en el Cerro Minguete (2.026 m.). Enfrente se ve ya la siguiente cumbre, más llamativa, el Montón de Trigo (2.161 m.). ¡Cuantos recuerdos de tantas ascensiones con frío, calor, lluvia, nieve! Para mi gusto es el mejor mirador de la sierra y casi, casi del Sistema Central. Una foto:



Segunda etapa: Hemos llegado a la línea de cumbres, ahora toca crestear. Me entra el viento por el lateral, empiezo a tener frío. Mejor no parar. Bajo hasta el collado entre el Minguete y el Montón de Trigo (1.992 m) y enfilo la subida corta y bastante empinada y rocosa en su tramo final, pero sin dificultad (hay senda bien marcada), hasta esta última cumbre. He tardado una hora y diez más o menos desde el inicio. Entran nubes, sopla y sopla. Tiro para abajo por el canchal de bloques firmes hacia la senda que lleva al collado de Tirobarra.




La silueta de las cumbres de Peñalara y Cabezas desde las rocas del Montón de Trigo

Pasado el canchal se enfila la senda que, cómodamente y tras transponer una cota de 2.049 m., lleva a la explanada herbosa del collado de Tirobarra (1.984 m.), que dicen que recibe este nombre pues en ella los pastores de la zona, esta es montaña de vacas, se dedicaban al berroqueño y recio entretenimiento conocido en otros lugares de la sierra como "chito", que es una especie de juego de bolos con barras de metal. Es hora de afrontar la subida a la cumbre de La Pinareja, la primera de la sierra de La Mujer Muerta, así llamada por parecer una mujer yacente vista desde la lejanía. El sendero es evidente y de buen piso incluso llegando al casquete somital, que no es más que una acumulación de pedruscos. Al final, si se va con fuerzas, hasta merece la pena tirar directo para arriba saltando y trepando entre bloques. 2.197 metros según el mapa de Alpina, 2.194 según el I.G.N, 2.198 según mi GPS. En cualquier caso es el punto más alto de la ruta y donde más sufro las inclemencias del tiempo. El viento sigue siendo muy fuerte y la sensación térmica muy fría. No siento los brazos y el sudor hace que me quede aterido, ponerme el cortavientos se convierte en un "numerito" a lo Mr. Bean. Pues nada, a seguir corriendo.


Últimos metros antes de llegar a La Pinareja


Entran nubes

Tercera etapa. De la cabeza de la Mujer a su pecho, la Peña del Oso. Es la parte más entretenida. Se trata de salvar el paredón que defiende a la Pinareja por el SO siguiendo una quebrada senda por un canchal roto y que va más o menos pegada al muro. No hay complicación alguna pese a ser la única zona donde estas amables montañas fruncen algo el ceño. Aquí además estoy protegido del viento por la propia ladera. Luego la senda culebrea entre cotitas secundarias y en un periquete se llega a citada Peña del Oso (2.196 m.). Esta zona me encanta, al norte, Castilla inmensa, al sur los pinares extensísimos del valle del río Moros, Gredos y La Paramera en la lejanía. Algunas fotos:



Valle del río Moros


Hacia tierras castellanas


Bajada de La Pinareja

En la cima del Oso, adornado el vértice geodésico con un desgastado oso que se ha visto acompañado desde hace unos años de un osezno, sigue la tónica de viento desapacible. Echo un vistazo a lo que me queda para los pies de la Mujer, el pico de Pasapán, y sigo. La bajada es cómoda, pasa por un espolón herboso y llano, la Peña de la Apretura (2.051) que apenas sobresale del cordal, y llega al colladín previo a la breve subida final al pico de Pasapán (2.005 m.). Una última suave bajada entre prados, piornos y vacas y se acabó la Mujer Muerta en el puerto de Pasapán (1.846 m). Han sido 12 kms desde el coche cabalgando por las lomas, he tardado unas 2 horas y 50 minutos a mi paso de percherón. Paso revista a mi cuerpo, ya algo cansado y baqueteado. Todo bien. Menos mal, que hay que volver.  El puerto es una encrucijada. Si se coge la pista al norte, derecha según bajas, llegas a la estación de La Losa (opción para volver en tren a Cercedilla). Si a la izquierda, vas a coger la pista que recorre el valle del Espinar y, o bien tiras al oeste hasta el área de La Panera y la estación de El Espinar o, si quieres volver a Las  Dehesas como es mi caso, tienes que ir al fondo del valle a remontar la cuerda que lo cierra y  bajar luego a La Fuenfría. A ello vamos.


Los osos


Desde Oso, el cordal hacia Pasapán


La Peñota y la Peña de Aguila y el claro en el bosque por el que iré


Pinares de la garganta de El Espinar, al fondo Cueva Valiente y Abantos


Cuarta etapa. El regreso. Una vez en el puerto, lo dicho, se toma la pista a la izquierda y al poco se toma otra vez en un cruce el ramal de la izquierda. Se puede ir por la derecha pero se da mucha vuelta para llegar al mismo sitio. Todo cuesta abajo por pista. Llega un punto al rato en que de nuevo la pista se bifurca, tomar hacia la derecha por un cortafuegos que atraviesa un espolón bien visible y que acaba en un claro del bosque herboso (ver fotos anteriores). Aquí parece que acaba todo, y es verdad. Hay que tomar la pendiente de la izquierda sin miedo, fuera de sendero o camino alguno y, bosque a través por buena pendiente encontrarse como buenamente se pueda con la pista que atraviesa todo el valle y que nos llevará hasta el mismo pie del collado de Marichiva. La bajada es corta, unos 300 metros, y el bosque está limpio. Una vez en la pista tomar dirección este, izquierda según bajas, y adelante. Da gusto trotar entre los pinos con el fresquito que ha dejado ese viento tan molesto en altura. La pista es en general llana pero picando hacia arriba, salvo algún tramo de descenso ya cercano al embalse del Vado de las Cabras que cierra el valle. Una vez en el embalse y tras un par de kilómetros más rodeando los espolones que caen de la Peña Bercial, que se van haciendo algo largos, hay que tomar un claro camino a la altura de un puente que sube decididamente y sin descanso hasta el collado de Marichiva (1.753 m), que se abre entre la Peña del Aguila y la citada Peña Bercial. Se salvan unos 120 metros de desnivel en un kilómetro más o menos. Aquí me limito a caminar lo más rápido que puedo. Bajan ciclistas a toda velocidad, casi única presencia humana que veo desde que he salido. Por poco no me atropellan los tíos. Una vez en el collado la cosa ya está hecha. El descenso se hace vertiginoso, si tienes piernas, por la senda que sale del mismo collado señalizada con puntos rojos. En un momento dado las marcas se juntan con las blancas y amarillas del P.R. En el primer falso cruce de este P.R (aspa) tomarlo pese a todo si se quiere llegar lo más rápido posible al parking de Majavilán. Cuando llego, ya ha venido todo el mundo. Yo me escabullo. Han sido 22,5 km en unas 4,15 horas incluyendo paradas (3,46 en movimiento según el GPS) y unos 1.400 metros de desnivel positivo.


El Oso desde la pista




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