Un año más, tercero consecutivo, me encuentro a la salida de esta magnífica y dura carrera. Esta vez con la sorpresa de un día de pleno invierno a veinte de mayo y tras una ola de calor los días previos. Nieva, el viento sopla, las nubes cubren las cimas. Temblamos de frío en los minutos que preceden a la salida. Esto promete. Correr para entrar en calor se convierte en una necesidad. La cosa consiste en ir desde el Puerto de Navacerrada hasta la Pedriza por Guarramillas, Maliciosa y la Cuerda de los Porrones y volver al Puerto siguiendo el curso del río Manzanares hasta su nacimiento en el Ventisquero de la Condesa. Casi "ná". Cuando me dedicaba a la más relajada actividad del senderismo no podría imaginar hacer esto mismo en las pocas horas (o muchas, dependerá de cada uno) que dan para terminar. Este año, supongo que dadas las circunstancias metereológicas y pensando en los que vamos a cola de pelotón, han acortado el recorrido y no nos internamos en la Pedriza saliendo de ella por el Collado Cabrón. Me salen unos dos o tres kilómetros menos que los años previos con este circuito. Mencionar que con el recorte nos quedamos con un refugio menos a visitar, el Giner de la Pedriza. En puridad, sólo pasamos dos veces, a la salida y a llegada, por el Albergue de Peñalara en el Puerto de Navacerrada. Forzando la cosa podemos añadir las ruinas del refugio del Ventisquero de la Condesa por cuyas inmediaciones pasa la carrera. Así sí que salen tres refugios, dos veces el de Peñalara y el último mencionado. Vale, pues así sea y que esto no se convierta en el Cross Dos Refugios, que ya se ha desvirtuado un tanto el título de la prueba desde que modificaron el recorrido original (que yo sólo conozco de oidas) y no se pasa por el refugio de la Fuenfría.
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Subiendo a Guarramillas |
En lo personal he de decir que estoy satisfecho pues he conseguido alcanzar el modesto y realista objetivo que me he propuesto y que no es otro que acabar con el control abierto y disfrutar lo más posible de mi primer contacto con la montaña esta temporada. En este deporte, casi más que en cualquier otro, se recoge lo que se cosecha y yo, como casi siempre, pues he sembrado lo justito. Así que el planteamiento es desplazarme de la manera más económica posible y no derrochar inútilmente las escasas fuerzas que atesoro. Creo que lo consigo, tan sólo sufro algunos calambres en los cuádriceps en la fuerte subida final por los neveros hasta Guarramillas. Pero aprieto los dientes y poco a poco logro superar el obstáculo. Al final lo que me falla es mi maltrecha rodilla derecha, que por tercer año consecutivo me amarga la bajada final por la pista de skí y me hace descender con apostura no exenta de comicidad. Creo que me tengo que plantear el uso de bastones para descargar tan vitales articulaciones. De respiración y cardio creo que sin problemas, así que prueba superada. Y en lo de disfrutar, pues lo he hecho como un enano. Parece que la Sierra se ha engalanado en este día primaveral en homenaje a los trescientos y pico valientes, voluntarios incluidos (¡qué mérito y gentileza el suyo!), y nos ha ofrecido todo su repertorio de hermosuras: Nieve, sol, viento, frío, calor, vegetación lujuriosa, aguas que se despeñan caudalosamente... Las imágenes lo narran mejor que yo:
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Subiendo a Maliciosa |
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Bajando de Maliciosa |
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Collado de las Vacas |
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Cuerda de los Porrones |
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Bajando por el bosque |
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Cerca de Charca Verde |
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Cerca del puente del Francés |
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Puente del Francés, otra vez para arriba |
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Los Chorros |
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Hacia el puente de los Manchegos |
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Nos vamos alejando de La Pedriza |
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Llegando al Puente de los Manchegos, Maliciosa al fondo |
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Avituallamiento del Puente de Los Manchegos |
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Iniciando el camino al ventisquero |
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El menda.Empieza a nevar de nuevo |
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Encaminándonos a Guarramillas |
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El joven Manzanares |
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Volviendo a la nieve |
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El muro final |
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La cosa se pone tirante |
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Superando el nevero somital |
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Bonita estampa montañera |
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Bola del Mundo, se acaban las cuestas |
Y para acabar, los números: He empleado 5 horas y 16 minutos en superar los 28 km del recorrido. Han sido, según mi GPS, 1.883 metros de desnivel positivo y 1.889 de desnivel negativo. Pero el disfrute de un magnífico día de montaña no se puede medir...
Clasificación de la carrera
Enhorabuena! También estuve allí y se lo duro que fue. Eso sí como bien dices, el disfrute es difícil de medir. Días asi son los que te hacen volver a la montaña una y otra vez.
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